A cinco meses de que mandó destruir la alegoría arquitectónica dedicada a los caídos del 60, en la alameda de Chilpancingo, la alcaldesa Norma Otilia Hernández Martínez, no ha realizado ningún ofrecimiento, ni ha destinado algún recurso para reponer los años que causó.
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La activista Roberta Campos, quien es parte del comité de solidaridad con las víctimas del movimiento del 60, expresó que están en espera de tener una reunión con la gobernadora Evelyn Salgado Pineda porque ha sido más fácil dialogar con ella que son la presidenta que mandó destruir la alegoría.
Señaló que recientemente le hicieron llegar un documento a la presidenta municipal en el que se le detalló el simbolismo que tenía la estructura arquitectónica que mandó destruir para luego tratar de poner juegos infantiles.
“Ella destruyó la fuente que se encontraba dentro de los 20 pilares, de lo que cada uno simboliza a cada uno de los muertos que están reconocidos en este movimiento, al mientras que la fuente de agua representa a la Universidad Autónoma de Guerrero, de la que brota el conocimiento que se distribuye a todo el estado de Guerrero”.
Roberta Campos indicó que a la gobernadora le enviaron un proyecto para que el espacio sea convertido en un espacio cultural en el que se rescaten los valores que el movimiento nos legó y al que no se le ha dado la dimensión que amerita, pues gracias a ese movimiento es que hoy miles de jóvenes guerrerenses, puede tener una educación universitaria.
Finalmente Roberta Campos indicó que en la propuesta que se ha construido también se demanda el retiro de la escultura dedicada a los Niños Héroes que se tiene en el interior de la alameda, pues ella es un culto al ejército, a la milicia, y no podemos permitir que se rinda culto a una institución que en este lugar asesinó a nuestros hemos que lucharon para tener una Universidad-Pueblo.