Tras un noviazgo de más de seis años, Max y Uriel, dos personas de la comunidad LGBT, tomaron la decisión de unirse en matrimonio y aprovechar la reforma legal que realizó el año pasado, para que en Guerrero se permita el matrimonio Igualitario, sin embargo, su intento no se ha podido materializar porque en el Registro Civil no se han realizado las adecuaciones en los formatos, ni se han actualizado leyes secundarias.
La reforma al código civil que permite el matrimonio igualitario se aprobó en el pleno del congreso el pasado 25 de octubre del 2022, y se publicó el 30 de diciembre en el periódico oficial del estado de Guerrero, a partir de ello las instituciones tiene un plazo de 180 días para adecuar todo lo necesario para que las personas del mismo sexto tengan a salvo sus derechos.
Max y Uriel acudieron a la oficialía del registro civil de Chilpancingo para solicitar formalmente su matrimonio y lo que recibieron fueron burlas y discriminación, además de negativas de información porque sólo les dijeron que desconocen sobre la reforma, porque hasta el momento la coordinación Central del Registro Civil no ha enviado los formatos modificados, ni les ha llevado la capacitación.
Ante la situación buscaron el apoyo del colectivo “Orgullo Guerrero”, quienes les ofrecieron acompañamiento para exigir su derecho al matrimonio Igualitario, su caso llegó hasta el regidor Samir Ávila quien llegó al encargo mediante la acción afirmativa en favor de este sector social y desde su posición ha buscado que el registro civil pueda emitir los formatos antes del 14 de febrero y así que el día del amor y la amistad esta pareja pudiera unirse legalmente en matrimonio, “me han dicho que habrá buenas noticias, sin embargo, tenemos que esperar hasta que los formatos estén entregados y se capacite a los oficiales para poder hacer las bodas”.
El joven Max, quien actualmente cuenta con 22 años de edad relató que desde hace seis mantiene una relación amorosa con Uriel, sus padres y demás familiares saben de ello y aprueban la relación, por ello están decididos a unir sus vidas legalmente”.
Su proyecto de vida es que una vez que estén casados migrar a los Estados Unidos, país en el que Max es residente legal por haber nacido allá, juntos trabajar y juntar dinero para enviarlo a Guerrero donde fundarán una empresa de bienes raíces, o de renta de inmuebles, y una vez que hayan consolidado una estabilidad económica podrían pensar en la posibilidad de adoptar un hijo, que será el heredero de lo que juntos puedan hacer.
“Hemos estado insistiendo en la posibilidad de que se apruebe el matrimonio, pero si no lo logramos, nos vamos a ir a Michoacán y allá desde hace mucho que la unión de dos personas del mismo sexo es legal”, indicó Max.
El regidor Samir Ávila estableció que la propia ley establece que son 180 días para aprobar las modificaciones en los formatos y adecuar leyes secundarias, y un tema que ha detenido es la reforma en tema de divorcio, sin embargo, nuestra petición es que por el momento se hagan las adecuaciones en el tema del matrimonio y después que se vea lo del divorcio.
Las adecuaciones a los formatos versan principalmente en la parte donde dice el contrayente y la contrayente y se debe cambiar de manera que no haya diferencia de él y ella, sino que sea igualitario.
