Un grupo de trabajadores identificado con la representante de la planilla verde, Adela Hernández Angelito, tomaron la sede del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG) e impiden el acceso a quienes no son de su grupo, lo que alimenta el riesgo de que se registre un choque entre suspegistas.
Al cumplirse casi 15 días de la elección interna, prevalece la incertidumbre entre los trabajadores del gobierno del estado, ayuntamientos, poder legislativo, parte del magisterio guerrerense y de los Organismos Públicos Descentralizados, sobre quien será su nuevo dirigente y quien sustituirá a David Martínez Mastache.
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Esto, porque el candidato de la planilla naranja, Adolfo Calderón Nava y de la verde, Hernández Angelito, se proclamaron ganadores de la elección y niegan que hayan perdido el proceso interno, lo que ha generado una división y un riesgo de confrontación entre grupos que simpatizan con ambos candidatos.
Los ánimos se calderón ayer, luego que un grupo de trabajadores tomó la sede del SUSPEG de Chilpancingo, como protesta porque exigen que se haga la entrega de nota a la candidata de la planilla verde, Adela Hernández, lo que inconformó a los seguidores de Calderón Nava.
Ante este panorama, los órganos internos, como el Consejo General y el Congreso, están convocando a una sesión con carácter de urgente, a efecto de buscar una salida a la inconformidad que existe y evitar el riesgo de un enfrentamiento entre los trabajadores al servicio del estado.
Hasta el momento, ni Adela Hernández o Adolfo Calderón, han hecho algún posicionamiento y están a la espera de que sus respectivas impugnaciones, las hagan valer y se defina finalmente a quien se le hará la entrega de nota.