A partir de este martes tortillerías establecidas en el municipio de Chilpancingo incrementaron el precio de sus productos de 18 a 19 pesos el kilo, ello como respuesta a los incrementos que han tenido sus insumos como el gas, el propio maíz, la gasolina, las refacciones mecánicas, entre otros.

Los molineros empezaron la colocación de letreros en los que se informa que a partir de esta fecha el precio de las tortillas es de 19 pesos mientras que la masa se comercializa en 10 pesos, y justifican en que esto es consecuencia de la escalada de precios que tuvieron sus insumos.

El gas de diciembre a la fecha tuvo un incremento de hasta un 30 por ciento, pues lo adquirían a 8 pesos con 70 centavos el litro y hoy lo pagan a 12 pesos, la gasolina en Chilpancingo en este momento cuesta más de 22 pesos el litro, que es uno de los precios más caros del país, y en el caso de las tortillas los afecta directamente porque el maíz tiene que trasladarse y se incrementan los costos, también los sistemas de reparto utilizan gasolina.

El insumo principal de las tortillerías resulta ser el maíz y en este momento tiene un costo muy elevado por diversos factores, el primero son los precios de garantía que ofreció el gobierno federal a través de Segalmex, lo que ocasionó que se incrementaran los precios de comercialización locales. Otro factor es la cotización del maíz en la bolsa de valores de Chicago donde este día logró precios de 4 mil 800 pesos, ese sería el precio del grano allá en Estados Unidos y hay que pagar fletes para traerlo.

Por su parte, las grandes empresas graneras de México como Cargil ofrece el maíz a 5 mil 950 pesos en su planta de ahí se le tiene que invertir otros 700 pesos de arrastre hasta Guerrero y eso lo hace incosteable, sin embargo para los meses de mayo, o junio que no hay maíz en Guerrero se tendrá que traer y se especula que el precio podría llegar a los 7 mil pesos por tonelada.

Otro factor que obligó a replantear sus precios a los tortilleros es la situación del semáforo epidemiológico, ya que durante el semáforo naranja de la pandemia las ventas cayeron en un 50 por ciento, y con el paso a semáforo rojo se tiene un 20 por ciento adicional en la caída de las ventas.