Hacinados en cuartos, pasillos y hasta las escaleras de un domicilio particular, desde hace tres meses es como el personal del Centro de Salud de la colonia San Miguelito atiende a los habitantes de más de 20 colonias que se encuentran en su jurisdicción.
El edificio del Centro de Salud que se localizaba en la calle Álamos de la colonia San Miguelito, dos cuadras debajo de las instalaciones de la feria, fue demolido por el gobierno municipal con la promesa de que en diciembre estaría completa una nueva construcción, sin embargo , hasta este día no han iniciado los trabajos para edificar.
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Los vecinos del lugar indicaron que desde el mes de mayo llegó el personal del ayuntamiento a trabajar en la demolición y al personal de Salud los enviaron a una casa particular en la calle de la calle Velázquez de León donde se acondicionaron los espacios para la consulta y áreas administrativas.
Después de que terminaron de demoler el Centro de Salud el personal municipal retiró todo el escombro utilizando máquinas retroexcavadoras y camiones de volteo, una vez limpio el terreno se retiraron y hasta el momento no han regresado.
El personal que acudió a la demolición colocó una lona en la que informan que se trata de una obra de mejoramiento integral de las instalaciones del Centro de Salud, que contempla el mejoramiento del edificio existente, pasillos, obra exterior y construcción de almacén y RPBI.
Cabe señalar que el ofrecimiento que hizo el gobierno municipal es que la obra estaría concluida para el mes de diciembre, sin embargo, los tiempos no cuadran, pues el gobierno de Antonio Gaspar Beltrán que es el que está encargando la obra concluye en un mes y asumiría actividades la presidenta Norma Otilia Hernández .
“Creemos que Toño Gaspar nos jugó el dedo en la boca porque si ya se acaba su período tendrá que ser el siguiente presidente quien nos haga la obra y mientras él ya nos destruyó todo lo que había”.
Mientras tanto los usuarios de servicios de salud de colonias del oriente de la capital tendrán que seguir buscando servicio en espacios reducidos e insuficientes que obligan a que la atención se haga incluso en pasillos y escaleras del inmueble.