“No sabemos por qué han atacado al transporte, los choferes no son parte de ningún grupo criminal, es más ni siquiera se pagan cuotas como si se pagaron hace algunos años”, señaló Jesús un taxista con más de 30 años de trabajo en el volante en Chilpancingo y quien dijo estar sorprendido y espantado de la saña con la que han actuado los delincuentes.
Refirió que los que fueron asesinados, son víctimas inocentes que salieron a trabajar y no tienen ninguna relación con criminales; “los grupos delincuenciales se pelean la plaza y nosotros somos quienes ponemos los muertos, pero no tenemos nada que ver”.
Lea también: Congreso debe llamar a la Fiscal por aumento de la violencia
Recordó que hace aproximadamente ocho años, el grupo delincuencial que tenía el control de Chilpancingo reunió a los lideres del transporte y les impuso cuotas que tenían que pagar a través de sus líderes, pero reconoció que en este momento no dan ningún tipo de aportación a ningún grupo.
“Chuy”, como le dicen sus compañeros, reveló que cuando fueron extorsionados también se les obligaba a actuar como informantes de los delincuentes; si veíamos patrullas se debía enviar un mensaje a un número que ellos les proporcionaron y de esa forma sabían de todos los operativos.
Destacó que después de un tiempo, el número que les dieron dejó de recibir mensajes y la extorsión dejó de pagarse, con ello se les liberó de todo vínculo con el grupo de poder fáctico.
El taxista señaló que desde entonces han trabajado de manera libre, sin ningún tipo de extorsión, al menos no colectiva, por eso se les hace muy difícil de creer que quienes fueron asesinados es porque estuvieran relacionados con la delincuencia.
Explicó que varios de los fallecidos eran muy conocidos en el transporte y no fueron personas que tuvieran una buena posición económica, simplemente eran trabajadores que de esta actividad proveían de lo necesario a sus familias.
“Nosotros estamos sorprendidos de la violencia brutal, tenemos miedo y no sabemos que hacer porque siempre hemos salido a trabajar con la conciencia tranquila de que no nos pasa nada porque no hicimos nada mal, sin embargo ahora atacan a cualquiera sin deberla ni temerla”.
En los últimos meses, en Guerrero han sido atacados decenas de unidades de transporte, especialmente en la zona centro, supuestamente como parte de la confrontación entre dos grupos criminales, hasta el momento se cuantifican al menos 20 transportistas muertos.
Uno de los ataques más sonados, fue el que se cometió contra la base de urvan de la colonia El Encanto, donde se incendió una camioneta y se asesinó a tres choferes. Otros casos se registraron en Tixtla, y en el bulevar de Petaquillas