Artesanos que exponen sus productos en la feria de Navidad y Año Nuevo fueron despojados del espacio que históricamente han ocupado en las cercanías de la plaza de toros y que justamente se conoce como “la Plaza del artesano”, y fueron relegados a un espacio en el ex palenque cerca de la insegura zona de bares, a la que muy pocas familias acceden.

El argumento de las autoridades para quitar a los artesanos es que la Cofepris les recomendó que no se instalaran en este sitio como una acción preventiva por la pandemia de Covid-19, sin embargo en el sitio se pretende instalar viñas al estilo gringo, además de establecer vendedores de productos chinos.

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“Es un insulto para los artesanos locales, que esperamos estas fechas para poder ofrecer lo que producimos, nosotros no somos comerciantes porque no compramos para vender, nosotros producimos lo que ofrecemos y la actividad está incluida en el decreto original de la feria en que se estableció que hubiera un espacio para los artesanos, los ganaderos y los agricultores ”, indicó Tonancin Yei Beltrán Cortez, una de las creadoras afectadas

Señaló que la plaza del artesano, es un ícono de la feria porque es el único sector que se mantiene activo a casi 200 años del decreto de creación de la feria, pues el sector ganadero ya no participa en la feria.

Los artesanos fueron trasladados al ex palenque de la feria donde considerarán que no tendrán muchos visitantes, pues el espacio está lejos y en una zona fea, ya que al estar cerca de los bares y pocas familias se acercan, algo que las propias autoridades reconocieron al hacer el despojo y ofrecieron que hicieron promoción en redes sociales además colocarán una bocina para estar invitando a la gente que vaya a la zona de artesanías.

Los artesanos pagaron dos mil 800 pesos para poder ocupar un espacio en la feria, esto les da derecho también al uso de la energía eléctrica, un cobro que es muy elevado y no garantiza que tengan buenas ventas.

“Históricamente los artesanos se nos otorgaban permisos para vender sin cobro porque la artesanía es muy poco lo que se le gana y poco lo que se vende, pero este gobierno de Norma Otilia ha sido indolente”, indicó Beltrán Cortez.

Refirió que el gobierno les ofreció que para compensar el cambio en la feria se les ofrecieron las zocaleadas, pero los artesanos las rechazaron pues es pagar 700 pesos por estar dos días en la plaza que todo el tiempo está invadida y eso hace que no sea tan buen espacio para vender.

Finalmente la quejosa explica que preparan una queja ante la Comisión de Derechos Humanos porque el despojo que sufrieron es un tema de discriminación, además de que esperarán hasta el día 25 y si no se cumplen con los compromisos de generar condiciones para que la gente entre a su espacio se saldrán a colocarse en otro sitio de la misma feria o una calle aledaña.