Indigentes y drogadictos que se han asentado en el andador Zapata del centro de Chilpancingo se han convertido en un grave peligro para quienes viven, trabajan, estudian o acuden a divertirse en esta zona de la ciudad, las personas pernoctan en ese sitio por donde pasan decenas o cientos de jóvenes.
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El tema toma trascendental relevancia si se considera que en este andador se tienen varios centros de diversión juvenil, y al salir del antro, las mujeres tienen que pasar frente a estas personas que se encuentran en estado inconveniente, les lanzan piropos y les hablan de manera lasciva.
Los drogadictos durante la noche se acomodan afuera de un negocio de perfumería y por el día se mueven a otras zonas del andador Zapata, ofrecen en venta chiclets, dulces y cosas que sacan de la basura, además ponen música a alto volumen.
Estas personas no son originarias de esta ciudad, son personas que de alguna forma han migrado de otras ciudades a Chilpancingo, y se notó que fueron al menos una decena de personas que aparecieron en diversas partes de Chilpancingo y poco a poco se han desaparecido, solo algunas se van acomodando e instalando.
Cabe señalar que en Chilpancingo no se tiene ninguna institución que pueda ofrecer atención a personas afectadas de sus facultades mentales o a indigentes, para las personas drogadictas si tienen opciones de atención en el Centro de Integración Juvenil, algunas áreas de la Secretaría de Salud, pero se atienden solamente para quienes quieren recibir atención y con el apoyo de su familia.
En la capital han aparecido recientemente varias mujeres afectadas de sus facultades, a quienes se les ve deambulando en las inmediaciones de la terminal de Autobuses y muchas veces también acompañando a los moradores del andador Zapata sin que las autoridades hagan nada al respecto, pese a que su presencia es un riesgo para los habitantes del centro de la ciudad.