Se cumplió un año de que el municipio de Chilpancingo sirvió de centro de abastecimiento para cientos de acapulqueños que resultaron afectados por el paso del huracán Otis.
Tras el paso del meteoro, pasaron solo unos días para que la población damnificada se trasladara a Chilpancingo para adquirir productos de la canasta básica para sus familias.
El municipio más cercano a Acapulco es Coyuca de Benítez, pero también presentó daños importantes por el huracán Otis, principalmente en el tema de caminos.
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No solo eran visitas para adquirir alimentos o productos de la canasta básica, sino también herramientas para realizar reparaciones y ropa.
En esa ocasión, la capital obtuvo el mote de “Acapulcingo”, porque era habitual ver a decenas de personas deambular por la ciudad, haciendo compras y visitando espacios públicos.
Hubo otros pobladores que venían a la capital para quedarse a vivir temporalmente, sobre todo los que padecieron los estragos de este fenómeno natural.
Durante ese periodo, se incrementó la contratación de habitaciones de hoteles, que en su momento alcanzaron el cien por ciento de ocupación.
También, incrementó la renta de departamentos y de casa-habitación, porque las familias preferían quedarse a vivir unos meses en la ciudad en lo que se restablecían los servicios.
La situación logró casi unir a ambas poblaciones, pero aun con estas muestras de solidaridad de acoger a cientos de visitantes, hubo voces que criticaban la presencia de los acapulqueños.
Las cámaras empresariales reportaban que durante este periodo, las ventas en varios comercios crecieron hasta en un 50 por ciento.