En la desembocadura del canal de La Plaza Quebec, aguas negras escurren directamente al mar, ante la vista de turistas y residentes, ajenos que está en riesgo su salud.
En un recorrido realizado en este punto de la playa Condesa, está a la vista el agua encharcada, cuyo tono es oscuro y está contenida por un bloque de rocas.
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Sin embargo, es demasiado el volumen de aguas negras que se descarga al canal, que se filtra y se abrió paso entre la franja de arena.
La corriente horadó un amplio canal y los turistas que tienen que caminar de un extremo a otro, lo cruzan descalzos y con esto ponen en peligro de contraer alguna bacteria o hongos.
Incluso, se observó a algunos turistas sentados en el escurrimiento de aguas negras, con el inminente riesgo a su salud, pero nadie les advierte del peligro ni existe algún señalamiento del escurrimiento.
La Promotora y Administradora de Playas es quien aparentemente colocó el montículo de rocas para contener los escurrimientos, pero lejos de solucionar el problema, lo agudizó por que desprende un fuerte olor desagradable.