Concesionarios de taxis colectivos amarillos, urvan y camiones urbanos, reducen su parque vehicular para ofrecer servicio de pasaje, lo que provoca desesperación y largas filas de ciudadanos en paradas y sitios.

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A este panorama se le agrega que los pocos transportistas que circulan, siguen cobrando lo que quieren, por ejemplo los taxis colectivos amarillos de 20 pesos que deben cobrar, subieron a 30 y 50 pesos la dejada por persona.

Esto a pesar de los operativos que la tienen inspectores de las delegaciones de la Dirección de Transportes de la zona centro y área suburbana, quienes han infraccionado a más de 250 concesionarios del transporte público.

Estos abusos se han venido cometiendo desde el 27 de octubre, es decir, 4 días después de la devastación que provocó el huracán Otis, al puerto de Acapulco.

Cabe señalar que después que se implementaron los operativos para frenar los abusos, los transportistas disminuyeron el número de unidades en las diferentes rutas, que ha generado malestar entre los usuarios.

Esto ha servido de pretexto a los trabajadores del volante, para condicionar el servicio de transporte e incrementar la tarifa oficial del pasaje, lo que ha derivado en que se haya hecho cotidiano observar a decenas de personas a la espera de transporte en las paradas, en ocasiones hasta por espacio de una hora.