El recrudecimiento de la violencia que se padece en Acapulco, es un asunto que no se debe de politizar y tiene que ser prioridad reorientar la estrategia de seguridad, para frenar la inseguridad que provocan grupos antagónicos del crimen organizado.
El ex regidor, Tomás Pérez Nova, lamentó este escenario de violencia que no cesa en la ciudad, en referencia al ataque a balazos de este domingo a dos bares localizados en el Fraccionamiento Condesa, que dejó un saldo de 7 personas lesionadas, entre estos una mujer.
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Desde su particular punto de vista, este esfuerzo no solo debe ser sólo de las autoridades de seguridad pública, se necesita también que se involucre la sociedad y que desde el seno del hogar se eduque mejor a los jóvenes.
Pérez Nova refirió que lo lamentable es que todos los días se atenta contra una vida y no hay todavía forma de que la fuerza operativa de la Guardia Nacional, Marina y Ejército mexicano, los frene y se garantice la seguridad de la población.
Mientras que, el dirigente de una organización civil, Jesús Urióstegui García, aceptó que la violencia es un asunto que no debe de politizarse y se tiene que redireccionar para devolver la tranquilidad a la ciudad.
Recordó que este cáncer social floreció en los sexenios del pasado, que se distinguieron por la corrupción y por su relación con los grupos delincuenciales vinculados con el crimen organizado, que son los que a punta de plomo tienen el control de una amplia zona del pais.
Aceptó que es un fenómeno social que no se va a resolver de la noche a la mañana, pero sí se debe de combatir y hacer un replanteamiento de la estrategia de seguridad, porque la prevención del delito no ha dado resultados y se vulnera todos los días.