Empresarios y líderes de organizaciones civiles, coincidieron que es una mala señal que en el gobierno que encabeza la alcaldesa, Adela Román Ocampo, tenga funcionarios por días y que no cuenten con el espíritu de servir, porque es histórico que en un poco más de dos meses hayan renunciado siete integrantes del gabinete municipal.
En entrevista por separado, inicialmente, el empresario hotelero, Javier Rodríguez Saldaña, criticó que funcionarios de primer nivel hayan renunciado al gabinete municipal, lo que revela que los colaboradores se seleccionaron al vapor o, quizá, sólo se designaron para cumplir con compromisos políticos.
Pero lo más grave es que esto no sólo afecta la imagen del Ayuntamiento, sino también el mismo funcionamiento de la administración municipal, porque esto impide la correcta aplicación del programa de gobierno, en detrimento de la población.
En estos mismos términos opinó el secretario general de la Cámara Nacional de Comercio, Raúl Iracheta Montoya, quien dijo que las renuncias de los funcionarios de primer nivel sólo envían un mal mensaje a los acapulqueños.
Porque esto quiere decir que no hubo cuidado en la integración del gabinete y que, aunque el término recurrente ha sido de que renuncian por motivos personales, es evidente que las causas fueron otras, entre éstas poco conocimiento del ejercicio público y hasta probables irregularidades en su desempeño.
Finalmente, el presidente de la Red para Transformar México, Julio César Bello Vargas, dijo que es lamentable que en el Ayuntamiento haya funcionarios de ratito, porque no se entiende de otra manera el por qué la renuncia de tanto funcionario de primer nivel.
“Si es parte de la Cuarta Transformación es mala señal, porque los problemas de Acapulco necesitan de servidores públicos comprometidos y que no sólo estén experimentando”, rubricó.