Comerciantes establecidos del primer cuadro de la ciudad advirtieron que por lo menos unos 200 locales del centro de Acapulco podrían cerrar sus cortinas debido a la crisis económica en la que se encuentran sus propietarios por las bajas ventas de sus productos, a consecuencia de la existencia de unos 40 comerciantes informal que desde hace meses están siendo tolerados para invadir con sus puestos la plaza Juan N. Álvarez.
Eduardo Estrada Calixto, comerciante establecido, dijo que los vendedores informales que invaden con sus puestos durante las 24 horas del día el zócalo de Acapulco comercializan todo tipo de mercancía, hasta la que se vende en los locales donde pagan impuestos, fuentes de empleo y licencias de funcionamiento al municipio.
“Los comerciantes regularizados ya no podemos aguantar más la situación, no tenemos ventas todas han caído de manera considerable y no sólo por la crisis económica que se tiene desde hace más de dos años por la pandemia, sino también por los vendedores que colocan sus puestos de manera y lonas en la explanada principal del centro de Acapulco, es injusto que ellos tengan el permiso de vender desde alimentos hasta ropa, aguas frescas, elotes y todo tipo de garnacha, cuando no pagan licencia para funcionar”, dijo.
Estrada Calixto, manifestó que, como vendedores regularizados han realizado desde hace varios meses las solicitudes para que las autoridades de gobierno procedan a regularizar a los comerciantes ambulantes del zócalo, que les permitan sólo por algunos días y determinadas horas, ya que de lo contrario más de 200 comercios regularizados podrían cerrar sus cortinas.
En este mismo sentido la comerciante Sandra Luz Espinoza Fuentes dijo que la situación para el comercio formal del centro de Acapulco es crítica ante la baja de sus ingresos que están provocando puestos irregulares en plena plazoleta Juan N. Álvarez.
Dijo que mientras los comerciantes regularizados del centro de la ciudad se preocupan por tener ventas para poder pagar licencia de funcionamiento, servicios y salarios de trabajadores, los vendedores irregulares sólo piensan en vender sus productos sin importar el daño que están ocasionando en los negocios.
Por lo que pidió a la alcaldesa Abelina López Rodríguez tomar cartas en el asunto y se proceda al retiro de los vendedores tolerados, o en su caso regularizarlos en días y horarios, con la finalidad de que el comercio formal pueda rescatarse de una crisis económica que los podría llevar al cierre de puestos.