Más de cuatro mil elementos de las fuerzas armadas e instituciones de Seguridad Pública blindarán al puerto de Acapulco en este periodo de vacaciones de verano, anunció el alcalde Evodio Velázquez Aguirre, quien pronosticó el arribo de 750 mil turistas y una derrama económica de 2 mil 800 millones de pesos.

La primera autoridad del municipio en el marco del banderazo de arranque del periodo de vacaciones de verano, precisó que se espera una temporada exitosa y por eso agradeció a la Policía Militar, a los Marinos, Policía Federal y gendarmes, así como a la Policía del Estado, su apoyo para sumarse a los operativos que permitirán garantizar la estadía de los turistas.

Precisó que los pronósticos apuntan alcanzar niveles de ocupación hotelera del 90 por ciento los fines de semana y un porcentaje promedio del 70 por ciento por toda la temporada vacacional.

Esto va a permitir, dijo, que las acapulqueñas y los acapulqueños tengan un mejor nivel de vida, por eso exhortó a todo el personal que participa en el operativo a dar su mejor cara y dar confianza a turistas y residentes, "porque hoy Acapulco es patrimonio de todas y todos, que México confía que este destino de playa se siga posicionando para seguir escalando peldaños en la oferta turística internacional".

El primer edil, Velázquez Aguirre señaló que la Policía Militar seguirá desplazándose en la costera Miguel Alemán y los marinos reforzarán su presencia en la franja de arena, pero también patrullarán algunos puntos de la franja turística, en tanto que la Policía Federal vigilará los accesos al puerto de Acapulco.

Destacó la participación de la Policía Ministerial que se sumará al operativo de seguridad en esta temporada de vacaciones de verano, haciendo hincapié que habrá un despliegue de salvavidas para vigilar y auxiliar a los bañistas.

También adelantó que antes que termine su gobierno, buscará atender el tema de las alertas y elaborará una iniciativa que presentará al nuevo gobierno de la República, para ser más recios y eficaz, para que se cabildee y se revise lo que se ha hecho bien como destino y que el gobierno de Estados Unidos y el de Canadá, lo valoren y con la ayuda del que será canciller puedan tocar las puertas, para poder mejorar la imagen del destino.