A pesar de la violencia y los constantes homicidios y feminicidios que persisten en el puerto, la presidenta municipal de Acapulco, Adela Román Ocampo, consideró que a diez meses de haber iniciado su gobierno el panorama es “alentador” en materia de seguridad pública e insistió que la criminalidad ha disminuido durante su administración.
Entrevistada luego de dar el banderazo de arranque al programa de limpieza integral en el área de Las Cruces y La Sabana, la primera edil, lamentó el homicidio de una mujer en la zona de La Venta, misma que fue muerta a golpes y su cuerpo fue localizado maniatado y con visibles huellas de tortura, señaló que la cultura machista sigue provocando estos hechos.
¿Presidenta cuál es el panorama en materia de seguridad en Acapulco a dos meses de cumplir un año en el gobierno?
“El panorama es alentador y ha mejorado, estamos preparando el informe y ustedes se van a dar cuenta de cosas que antes no eran visibles y que este gobierno las ha visibilizado, esto tiene años abandonado, estamos hablando no de un año ni de diez, estamos hablando de décadas de invasión”, explicó.
Durante su caminata, donde saludó a los ciudadanos, Román Ocampo, recibió reclamos de algunos comerciantes que fueron reubicados de la calle donde vendían, quienes le expresaron su rechazo a esta medida, porque argumentaron que esa actividad es la que les provee de recursos económicos para mantener a sus familias.
“Perdón señora presidenta, nosotros vendemos chilate aquí sobre la carretera, pero no hay nada ahorita, ahora de donde vamos a vivir, nosotros vendemos chilate, pero nos quitaron no hay nada, qué vamos a hacer”, le reclamó una comerciante a la alcaldesa, mientras era entrevistada.
La alcaldesa advirtió a los comerciantes que el dispositivo de vigilancia en la zona de La Sabana continuará para evitar que se instalen sobre la banqueta y parte de la carretera, porque se tienen que reeducar y entender que la ley debe respetarse y no permitirán que sigan obstaculizando y provocando tráfico en esa área.
Señaló que mientras dure su administración, los vendedores ambulantes no regresarán a vender en la calle y buscarán un terreno para construirles un mercado y todos puedan expender sus productos sin afectar a terceras personas, como ha ocurrido por décadas en esa área conurbada del puerto.