La entrega de enseres se ha ha vuelto una oportunidad de trabajo para los famosos “diableros” en el puerto de Acapulco tras los daños en viviendas que generó el huracán Otis.
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En sus tradicionales carritos transportan hasta cinco cuadras de distancia refrigeradores, estufas, colchones, licuadoras y sartenes entregados por el gobierno federal.
La mayoría de estos “diableros” se qudaron sin su fuente de empleo tras el paso del meteoro y a partir de la entrega de los apoyos a los damnificados estos se emplearon.
El precio va dependiendo de la distancia y el número de artículos que trasladen, oscilando entre los 250 a 500 pesos, lo cual incluye subirlos hasta la unidad motriz en la que serán llevados a sus hogares.
El señor Juan, de 55 años, acompañado de su hijo Juanito de 22 años, se han dado cita en los últimos días para emplearse y generar un ingreso económico para llevar el pan de cada día a su familia.
Sin embargo, para algunos acapulqueños el costo del traslado de sus enseres representa un abuso por ser poco el tiempo y la distancia donde son llevados.
Don Juan diariamente suma alrededor de más de 10 “dejadas”, lo que representa un ingreso de más de 2 mil pesos diariamente cuando hay entregas de enseres.
“A veces lo dejamos hasta en 150 pesos, dependiendo las personas, porque luego me piden rebaja y si algunos se ven que sí no tienen ingresos, aunque se hayan censado”.