A escasos dos años de haber sido detectados dos tiraderos clandestinos con desechos infecciosos (hospitalarios), en la zona de Llano Largo, autoridades de los tres niveles de gobierno no han procedido a levantar una sola sanción administrativa ni legal pese al riesgo de salud que estos representan para miles de familias.
Fue en el mes de mayo del 2020, cuando personal de la Dirección de Ecología y Medio Ambiente del municipio detectó los dos tiraderos con residuos tóxicos en la zona de Llano Largo, en ese momento, se iniciaron las actas administrativas que se turnaron a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), por ser un delito federal.
A dos años de esto, no se tiene ante las instancias correspondientes, ninguna acción penal en contra de quienes son considerados como los responsables directos de este problema de contaminación ambiental.
La ley para la protección y gestión de los residuos que fue publicada en el diario oficial de la federación el día ocho de octubre del 2003, marca sanciones (multas) en una primera ocasión para quienes sean sorprendidos arrojando o abandonando basura infecciosa en la vía pública o en sitios no autorizados desde las 20 a 200 Unidades de Medidas de Actualización.
Por reincidir en arrojar desechos infecciosos en predios a cielo abierto, la multa de acuerdo a la ley, aumenta a 150 UMA que rebasan los 12 mil 600 pesos a 84 mil 490 pesos para los responsables de la contaminación.
En los dos miradores ubicados por el personal de Ecología y Medio Ambiente del municipio en mayo del 2020, se encontraron desde batas que son utilizadas por médicos y enfermeras, así como jeringas, gasas con restos de sangre, medicamentos caducados, así como restos de mangueras que se utilizan para la aplicación de duetos.
De acuerdo a las actas iniciadas por ecología municipal durante la ubicación de los dos tiraderos con desechos hospitalarios, se determinó como generadores de estos a centros de salud, clínicas públicas y privadas, así como hospitales que se ubican cerca a la zona de Llano Largo.
Los residuos sólidos infecciosos, son considerados como un gran riesgo sanitario para ciudadanos que viven a los alrededores de los terrenos donde son arrojados este tipo de basura generados por sitios de atención médica.
Los residuos peligrosos biológico-infecciosos, que deben ser supervisados en su manejo y uso por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, son aquellos materiales generados durante los servicios de atención médica que se dan en hospitales, centros de salud y clínicas.
De acuerdo a la norma 087- Semarnat SSAI del 2002, clasifica los residuos peligrosos en cinco categorías, entre estos la sangre y sus componentes, los patológicos, los residuos no anatómicos, así como los objetos punzocortantes que también fueron ubicados en los tiraderos de Llano Largo en mayo del 2020.