Un peregrinar de dos días, tuvo que vivir doña María Elena Mandujano de 61 años de edad, quien está postrada en una silla de ruedas y a pesar de que cumplía con los documentos, tuvo que rogar para que fuera inmunizada porque le decían que no había vacuna.
Ángeles Mandujano, hija de Doña María Elena, relató que desde la mañana del jueves había estado dando vueltas con su mamá para que fuera vacunada en este módulo que está a cargo del ejército mexicano.
Sin embargo, a pesar de que traía los documentos que exigieron para ser beneficiados para vacunarse, le dieron dar muchas vueltas y al último un servidor de la nación le dijo que no había vacunas.
“Llevo dos días dando vueltas, he traído a mi mamá desde las 08:00 de la mañana haciendo fila, vengo desde Costa Azul de plaza Bombay, y acá me han dicho lo mismo que se acabaron las vacunas y que regrese otro día”.
Ángeles, comprobó con documento en mano, que su mamá está postrada en una silla de ruedas, tienen lumbago crónico y a pesar de que es difícil traerla, han insistido para que sea vacunada.
Comentó que otro argumento que le dieron es que tenía que traer carro y lo hicieron, pero su mamá no podía estar por varias horas en el calor y requiere a veces estar acostada y la fila de carros es muy larga.
La hija de doña María Elena, comentó que tuvo insistirle al joven, (servidor de la nación) y le mostró documentos para que le crea que su mamá no puede caminar y la vacunaran.
“Le mostré su certificado médico donde certifica que está postrada en una cama y no puede moverse entonces me dijo que va ver el movimiento y a ver si me conseguía una vacuna”.
Después de insistir, prácticamente rogar a un servidor de la nación, doña María Elena ingreso hasta las 15:00 horas al estacionamiento del Fórum Mundo Imperial, donde médicos militares está aplicando la dosis Sinovac.
Con ella, iban otras dos señoras que trasladaban en silla de ruedas y que también estuvieron insistiendo en ser beneficiados con la vacuna.