En medio de aplausos y lágrimas, alrededor de medio millar de personas se dieron cita para despedir el cuerpo de Monseñor Ángel Martínez Galeana, fallecido el pasado jueves víctima de cáncer.
A las 8:00 hora de hoy viernes, el Arzobispo de la Arquidiócesis de Acapulco, Leopoldo González González, ofició una misa de cuerpo presente, en donde destacó el legado de ayuda a los jóvenes que dejó el padre Ángel.
Durante la homilía, Monseñor Leopoldo recordó tres cualidades que identificaban a Martínez Galeana en cualquier lugar en donde hacía presencia, las cuales le hicieron ganar el cariño de miles de personas.
"La transparencia de su rostro, no era palidez, sino transparencia, está que refleja el corazón, no había en las otras intenciones sino las que manifestaban sus obras. Su mirada tenía el brillo de la mirada de los niños, esto era muy claro con sólo verle, una mirada que brillaba de ilusiones. La paz de su andar pausado", dijo.
Durante la celebración, dos de los hijos del padre Ángel, hombres que desde su niñez recibieron el apoyo de la casa hogar, recordaron con cariño la enseñanza y el esfuerzo que diariamente hacia el presbítero para sacarlos adelante y aseguraron que su legado de ayuda humanitaria "apenas comienza".