Pese a todos los procesos de reordenamiento que las autoridades hacen para recuperar la zona federal que se encuentra en poder de empresarios y comerciante ambulantes, la invasión de playas sigue siendo un problema de imagen y abuso en este destino turístico.
Lee también: La zona federal, presa de la corrupción e invasiones
Acapulco, cuenta con un total de 22 playas desde la zona de Pie de la Cuesta hasta el área Diamante , todas estas invadidas por el comercio informal y por cientos de propietarios de establecimientos que también se apoderan de grandes extensiones de la zona federal, sin tener los permisos establecidos.
Mujeres, hombres, así como menores de edad, caminan por la zona de arena se cada una de las 22 playas, y por la misma costera Miguel Alemán, cargando grandes charolas y cubetas con alimentos que comercializan a turistas y acapulqueños.
Además de grandes bocinas que también son rentadas de forma irregular a los visitantes que llegan al destino de playa cada fin de semana o en temporada de vacaciones.
Los comerciantes informales, no cuentan con permisos ni licencias como lo marca la ley para realizar la actividad comercial en toda la zona federal.
En varias ocasiones, autoridades de los tres niveles de gobierno, han intentado recuperar los espacios que se encuentran en poder de grupos de vendedores informales, la aplicación de la ley sólo queda en el intento, debido a la presión que los comerciantes hacen a través de marchas y bloqueos que no sólo terminan con las acciones de las autoridades, sino también ocasionan fuertes problemas de tráfico y de mala imagen de Acapulco.
Los intentos de reordenamiento, provocaron que los prestadores de servicios turísticos, realizaran ya dos bloqueos en la costera el primero de estos el pasado 25 de septiembre, movimiento que colapso a la ciudad por más de cinco horas, posteriormente a este, el día 2 de octubre, se realizó el segundo bloqueo en la zona turística.
El comercio informal además de no representar ingresos al municipio con pagos de impuestos y permisos, también son parte de los abusos que se cometen en las playas de Acapulco, al no tener establecidos costos de los productos que comercializan a los visitantes.