Luego de hacer un nuevo llamado a los acapulqueños a no bajar la guardia para contener los contagios de Covid-19 en está tercera ola de la pandemia, la alcaldesa Adela Román Ocampo, aseguró que la destitución del contralor municipal Francisco Torres Valdez, no fue un complot, sino una decisión colectiva del máximo órgano de gobierno de Acapulco.
Durante la conferencia de prensa, "Acciones de prevención sanitaria contra el Covid-19", en las instalaciones del viejo ayuntamiento, la presidenta dijo que el dictamen para la destitución del contralor, fue presentado en sesión de cabildo privada por los integrantes de la comisión de gobierno que preside la síndica Magdalena Valtierra.
"Bueno la destitución, fue una decisión del máximo órgano de gobierno, y por unanimidad, se aprobó el dictamen", expresó
Román Ocampo, señaló que una de las causas por las cuales los regidores dieron el voto al dictamen en contra del titular del Órgano interno del Ayuntamiento, fue la negativa del ex funcionario para atender las observaciones que le hicieron de manera constante.
Por otro lado, la primera edil, advirtió también que no habrá beneficio para empresarios que están pidiendo que se les dé una aplicación de horario para vender bebidas alcohólicas después de las 6:00 de la tarde.
Dijo que mientras los empresarios, no respeten las disposiciones que se tienen para contener pandemia, será más de para ello, y adelantó que el gobierno de Acapulco, seguirá aplicando las medidas que marca la ley para que se respeten los protocolos que implementa el gobierno del estado.
"No estamos jugando, es una pandemia grave, estamos en una situación de extrema gravedad", dijo.
Lamentó que exista gente que prioriza el dinero, por encima de la salud de sus propios clientes.