Cuando la familia es numerosas hay que buscarle para ganarse la vida, tal como lo hace Marcos, quien viaja de su natal Copalillo al puerto de Acapulco, para vender Hamacas.
Abordado unos momentos en su andar por la costera Miguel Alemán, este personaje refiere que se dedica a vendedor ambulante desde hace 7 años.
Vengo al puerto cada temporada a ofrecer hamacas, que son tejidas de algodón por artesanos de Copalillo.
Portando su cubre boca, para evitar contagiarse del rebrote de la pandemia del Covid-19, carga al menos cinco hamacas para ofrecerlas a los turistas.
Marcos dice que en su tierra natal se tejen desde morrales y las hamacas, con distintas figuras e hilo de algodón, que ofrece a 500 pesos la pieza.
Precisa que son diez de familia y tienen que buscarle para ganarse el sustento, por eso recorre de la glorieta de la Diana, a la playa Hamacas.
Precisa que le va bien, aunque tiene que caminar por la franja de arena todo el día, buscando al cliente adecuado.
Confesó que son ocho de familia los que recorren las playas vendiendo hamacas, pero cada quien en su respectiva área.
Es así como que este nativo de Copalillo, trabaja como vendedor ambulante, enfrentando la dura competencia con otros personajes que se ganan también la vida en las playas.