Entre los asistentes al sepelio de la maestra Itzel, de 34 años de edad, que fuera encontrada muerta en un terreno baldío ubicado en el fraccionamiento La Bocana de Acapulco, no había consuelo.
El dolor por la pérdida de un ser amado, quien fue madre de tres niños y que quedaron en la orfandad, fue una constante que se vivió durante el velorio e inhumación.
En el sepelio, el padre de la joven, expresó: “No estoy enojado, estoy más que encabronado, y que lo escuche quien quiera, mi hija se despidió de mí ese día, un estúpido me le quitó la vida, no sé quién sea, no quiero hablar de más”.
“Hoy mi bebé, mi niña, esa que cargué, que limpié, que bañé, te imaginas cómo estoy, nadie sabe cómo sufrí, tenía que pedir favores aquí, favores allá, que me ayudaran con mis hijas, porque tenía que ir a trabajar, y siempre regresaba a mi casa contento, porque mi hija me iba a recibir”, manifestó con lágrimas en los ojos el padre de Itzel.
En el velorio, una imagen sonriente de la víctima de la violencia, fue colocada a un costado del féretro que fue rodeado por decenas de arreglos florales y cubierto por una tela de color café. Así se le recordará. Como la mujer atenta, alegre, sonriente y amorosa que fue, confió uno de los familiares.
Junto a esa imagen, también se colocó la de su esposo, quien falleció en un accidente automovilístico el año pasado en la avenida costera Miguel Alemán.
El olor que despedían las rosas, tulipanes, entre otras, no podía disfrazar el sentir que se expresaba con sollozos de quienes acudieron a dar el pésame para que la familia encuentre pronto el consuelo.
Amigos la acompañaron durante el velorio y hasta su última morada, mientras que, durante la noche, una patrulla de la Policía del Estado resguardó a las afueras de la funeraria donde se veló el cuerpo de quien estuvo desaparecida durante casi una semana.
La funeraria se llenó de arreglos florales y de llanto, que era observado en las mejillas de los seres queridos de Itzel con el que se manifestaba lo repugnante de los hechos, rabia, impotencia e indignación.
Consternados, los parientes cercanos recibieron el pésame por el homicidio de que fue objeto la maestra, mientras que, en el lugar, se observaba inconsolables a los pequeños abrazados por sus abuelos.
Por la tarde, una carroza partió de la Funeraria Gayosso con el cuerpo de la maestra. Atrás de la unidad mortuoria, se vio una larga fila de autos de conocidos, amigos y familiares de la joven mujer asesinada rumbo a su última morada, el panteón Valle de la Luz, donde descansarán sus restos a esperas de que las autoridades hagan justicia.
En el sepelio, lágrimas, tristeza e indignación sintieron las decenas de asistentes que, con sombrillas y carpas para cubrirse del sol, estuvieron presentes para darle el último adiós a Itzel.
La maestra había desaparecido desde hace una semana, pero fue hasta el día 12 cuando, en redes sociales, pidieron familiares compartir su fotografía y datos para que fuera localizada con vida.
Miles de personas, la mayoría mujeres, protestaron en las redes sociales, en varias ciudades del país, principalmente en Acapulco y Guerrero.
Itzel fue hallada sin vida este lunes en un terreno en la colonia La Bocana, entre la avenida Universidad, Costera y Cuauhtémoc, en la zona urbana de Acapulco; la Fiscalía del Estado aplicó el protocolo de feminicidio con perspectiva de género.