La imagen turística del puerto de Acapulco, no sólo ha sido afectada por múltiples problemas como la violencia, la contaminación que provocan las aguas negras a las playas, y los servicios públicos como la recolección de basura, sino también por los deteriorados y viejos parianes que invaden la zona federal marítima terrestre de este destino de playa.
En los escasos 20 kilómetros de zona de playa que se tienen en el puerto de Acapulco, hay poco más de 30 parianes desde la zona de Pie de la Cuesta, Caleta y Caletilla hasta el área de Barra Vieja, y en su totalidad estos se encuentran en completo abandono, viejos y deteriorados que fuera de ser un beneficio para vendedores y prestadores de servicios turísticos, representan un riesgo para su integridad física.
Lee también: Persiste privatización de zona federal en Acapulco
La zona de este destino de playa donde se ubican los parianes con mayor deterioro debido a los daños que ha provocado en su estructura el salitre del mar, se ubica en playa del hotel Calinda y Torre Acapulco donde el pasado mes de diciembre del 2021, un menor de 3 años de edad, sufrió severas lesiones en distintas partes de su cuerpo al caerle encima un pedazo de concreto del techo de un parián.
Los parianes de las distintas playas de Acapulco, fueron construidos desde hace más de 15 y 20 años y durante este tiempo según propios parianeros ninguna autoridad de gobierno, aplicó recursos económicos para realizar trabajos de mantenimiento para evitar que estos prácticamente se convirtieran en ruinas y en sitios de riesgo para locatarios y propios turistas que llegan aún a estos lugares a realizar alguna compra de un producto como ropa de playa y alimentos.
El deterioro de los parianes, no sólo representan un peligro para los comerciantes, además han provocado que cientos de vendedores de ropa de playa y artículos como sombreros, lentes, sandalias y salvavidas, se salgan a invadir los accesos a las playas, así como la misma banqueta de la avenida Costera Miguel Alemán, considerada como la vía más importante del puerto de Acapulco.
El aspecto que dan estas estructuras deterioradas de los parianes al turismo nacional y extranjero es desolador, porque además muchos se han convertido en guaridas de malvivientes debido a que los propietarios de los locales que los forman los han dejado en el total abandono por la falta de ventas y el mal estado de la estructura.