A cinco años de distancia de los desastres provocados por el huracán “Ingrid” y la tormenta tropical “Manuel”, los damnificados siguen esperando la ayuda que les prometió el gobierno de la República y se reparen sus viviendas, las cuales por estar construidas en una zona de humedales siguen en latente riesgo de volver a inundarse.
Un grupo de afectados por los fenómenos naturales realizó una protesta en el Asta Bandera el jueves, para pedirle al Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), libere las escrituras y se cancelen los créditos para quienes siguen pagando sus viviendas y sufrieron daños hace cinco años.
De acuerdo al reporte emitido por el presidente de la Coalición de Afectados por Contingencias Naturales, Arturo Flores Mercado, son 35 mil viviendas afectadas por las inundaciones y éstas se encuentran en la Unidad Habitacional Luis Donaldo Colosio, Villas Paraíso, Princess del Marqués, Misión del Mar, entre otras.
Como cada año, volvieron a salir a protestar y pedir a las autoridades su ayuda, pero a pesar de que acuden a audiencias, sólo reciben promesas y al final no resuelven nada, porque los tres órdenes de gobierno se pasan la responsabilidad y nadie atiende a los afectados de la zona Diamante.
En la unidad habitacional Colosio aún está a la vista la estela de daños que provocaron las intensas lluvias y que no sólo inundaron los inmuebles, sino también colapsó la red hidrosanitaria, que continúa sin ser reparada y hay fugas de aguas negras.
En una inspección reciente realizada en zona de humedales por el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), emitió un comunicado con una serie de recomendaciones a las autoridades y les advirtió que hay un 96.4 por ciento de probabilidades de volverse a inundar las viviendas.
Pese a esto, se siguen autorizando a empresas constructoras que sigan haciendo y ofertando viviendas en zonas de riesgo, ignorando las advertencias que se han hecho a raíz del impacto de los fenómenos hidrometeorológicos.
Flores Mercado refirió que con los sismos del 18 de septiembre pasado sus viviendas se volvieron a ver afectadas, pues algunas sufrieron cuarteaduras y están en riesgo de colapsar, pero los propietarios de estas casas no pueden dejarlas, porque es su único patrimonio y no tienen a donde ir.
A esto hay que añadir que el Centro Nacional de Prevención de Desastres hace ocho días emitió un comunicado con una serie de recomendaciones para evitar una nueva inundación, que van desde la construcción de una barda perimetral para que evite el desbordamiento del río de La Sábana, muros de contención, entre otras obras que necesita toda la zona.
Por otra parte, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) tampoco ha resuelto el problema del puente viaducto Diamante, que fue el que ocasionó el tapón y provocó las inundaciones en toda la zona Diamante, pues no lo han elevado o retirado, por lo que sigue representando un peligro de que ocurra otra inundación.
Los vecinos recordaron que cuando tocaron puertas, el ahora ex senador de la República, Armando Ríos Piter, fue el único que los atendió y gestionó 46 mil millones de pesos para el programa Un Nuevo Guerrero, pero mucho dinero se desvió o se perdió, “hoy hablamos de que hay empresas que están demandadas penalmente y es un crimen que a los pobres les hayan quitado el recurso para reconstruir sus viviendas”.
Abigail Pineda Castañeda, propietaria de una vivienda ubicada en el Condominio Asteroides de la Unidad Habitacional Colosio, dijo que ha acudido a diferentes oficinas de gobierno, en donde sólo le han dado largas y no le resuelven nada, al contrario, ha gastado dinero y ha perdido tiempo.
Añadió que su situación se agravó debido a que, con el temblor del año pasado, su casa sufrió cuarteaduras y tampoco la quieren ayudar, a pesar de que teme que se desplome, por eso sale a la calle a protestar y pedir ayuda de las autoridades.
Mientras que Jovita Álvarez Rodríguez denunció que en su casa ubicada en Meteoro número 17, de la colonia Colosio, durante la inundación perdieron todo y salieron sólo con la ropa que llevaban puesta y buscaron refugio con vecinos.
Aseguró que en las primeras ocasiones que fueron atendidos, les prometieron que iban a reubicarlos, pero nunca les cumplieron y posteriormente les notificaron que se les iba a reparar sus viviendas, pero tampoco esto pasó.
Señaló que los habitantes de la unidad habitacional Luis Donaldo Colosio siguen teniendo problemas con el drenaje, tras estar colapsado por la inundación del pasado 14 de septiembre del 2013 y ninguna autoridad se ha preocupado por repararlo.
“No estamos atendidos y vemos con dolor que no les importa lo que pase en la zona Diamante, esperamos que no venga un fuerte huracán porque es seguro que las viviendas se van a inundar y por eso hay temor de que ahora sí no queden en pie”, apuntó.
Aseguró que seguirán buscando que los atiendan y que las autoridades les den soluciones ante el riesgo en que se encuentran todos los damnificados por los daños que ocasionaron las lluvias por «Ingrid» y «Manuel».