A un año del trágico accidente de la pipa que exploto con más de 20 mil litros de combustible en la avenida Escénica, la anarquía por parte de conductores de unidades pesadas, del servicio público y particulares, sigue registrándose en dicha artería vehicular pese a los operativos implementados por distintas corporaciones de seguridad pública.
Fue antes de la 1:00 de la tarde del día 15 de agosto del 2022, cuando una pipa salió de las instalaciones de la refinería de Pemex en la zona de Icacos, transportando 20 mil litros de diésel, y a la altura del fraccionamiento Pichilingue, se quedará sin frenos lo que provocó que el conductor de la pesada unidad, se impactara primero contra un muro de contención.
Para después, impactarse contra una construcción de concreto abandona frente a un tanque de almacenamiento de agua potable propiedad de la Capama, donde exploto de manera impresionante, muriendo calcinado en el interior de la pesada unidad el conductor.
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El incendio de la pipa además de ocasionar el cierre de la circulación por la avenida Escénica por varias horas debido a las maniobras realizadas por bomberos, policías, militares y personal de protección civil, el fuego también acabó con la flora y fauna en poco más de 500 metros cuadrados de la zona donde se incendió la unidad cargada con más de 20 mil litros de diésel.
Quince días después de la explosión, y la afectación provocada por el fuego en la zona de la Escénica, la alcaldesa Abelina López Rodríguez, instruyó a elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, la aplicación del artículo 84 del reglamento de tránsito municipal, que determina la detención de las unidades pesadas que circulen fuera del horario establecido en está artería vehicular que comunica a la zona Diamante del puerto.
De acuerdo al reglamento de tránsito, las pipas cargadas con combustible que salen y se dirigen a las instalaciones de Pemex, deben de circular sobre la avenida Escénica de las 12:00 de la noche a las 04:00 de la madrugada y con una velocidad menor a los 60 kilómetros por hora, reglas que no son respetadas por los conductores de las pesadas unidades.
Las unidades cargadas con combustible, distribuyen la gasolina y el diésel, a las más de 144 estaciones de servicios que hay en la ciudad.