Al mencionar que la corrupción es “un cáncer que destruye a las personas”, el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González pidió a la ciudadanía dejar de ser parte de este delito para enmendar el camino hacia el bien y avanzar hacia la verdad y justicia, para avanzar hacia la libertad.
A través de un comunicado de prensa, el prelado católico mencionó que el daño económico que se genera por este mal se calcula en 2.6 billones de dólares cada año, lo equivalente a más del 5 por ciento de Producto Interno Bruto (PIB) a nivel mundial.
“Cosa muy deplorable es que la corrupción se haya vuelto entre nosotros algo casi natural. Para lograr algunos trámites, como contratos de construcción, muchas veces han tenido que dar mochada o se quedan sin obra”, dijo.
Agregó que la corrupción no permite que se actúe en justicia en contra de quienes se dedican a delinquir, debido a que los “moches” llegan hasta quienes imponen penas e investigan los delitos, haciendo que “sólo sean capturados los peces pequeños”.