La venta del pescado ha dejado de ser negocio para muchos pescadores cooperativistas, porque ahora hay que traerlo de otros estados para surtir la demanda del mercado en Acapulco.
Doña María del Carmen Vargas Morales, mujer emprendedora dedicada a la venta de pescado y dirigente de una cooperativa pesquera, recuerda que hace años se podía pescar róbalo, pargo, huachinango, sierra, palometa, medio pescado y cuatete, pero ahora por la contaminación del mar ya no hay estas especies.
Lea también: Desaprovechan lagunas para turismo ecológico y de aventura
Dedicada a la venta de pescado desde hace años en el mercado María de la O, en donde tiene su local con diversas especies, confiesa que las ventas se cayeron.
Explicó que ahora no sólo es difícil vivir de la pesca, sino que no se pueda vender el poco producto que llegan a capturar; "ya no hay clientes y cada vez hay que ir mar adentro para capturar las pocas especies que todavía hay".
Doña Maria del Carmen dijo que como líder de la sociedad de una cooperativa pesquera, tiene el pulso de la situación que atraviesan sus asociados.
Las enormes cantidades de basura que llegan a las playas es una de las causas que ha alejado los bancos de peces y actualmente ya no hay aquellos ejemplares que sacaban antes.
Ahora hay que traerlo de México o Sinaloa, porque aquí no hay, solo sacan cocinero chico y ni cuatete encuentran, cuando antes había en abundancia, precisó.
En suma, aseguró que se están muriendo de hambre los pescadores y se han resignado a vender lo poco que capturan para poder sobrevivir.