A pesar que a nivel mundial el Coronavirus se ha convertido en la pandemia que ha dejado millones de muertes y contagios, en Acapulco este virus para muchos sigue siendo una enfermedad que sólo provoca miedo y la muerte por hambre ante la falta de recursos para quienes van al día.
"Yo no tengo miedo del virus, el virus que se vaya al monte o a otro lado", dijo don Apolinar Fernández Narciso, un pechuguero que desde hace 15 años se gana la vida tirando basura en su bicicleta en Ciudad Renacimiento.
Desde las 08:00 de la mañana y hasta las 2:00 de la tarde, don Apolinar recorre en su bicicleta bajo los candentes rayos del sol algunas de las calles de Renacimiento en buscar de las propinas que le da la gente por llevarse de sus casas su basura a un lugar donde muchas veces no pasa con frecuencia el camión recolector.
Molesto por la falta de apoyos por parte de los gobiernos, don Apolinar Fernández asegura no temerle al Covid-19, y que no usa el “bozal” (cubrebocas), porque se ahoga y prefiere quitárselo para trabajar recolectando la basura que la que también le da de comer, y para cubrir sus necesidades.
"Ando ganándome la vida con mi bicicleta, tirando basura y me dan desde cinco pesos hasta los 20 en algunas ocasiones, pero no siempre, y ante esta necesidad no se puede ni pensar en este virus que sólo provoca miedo, y yo necesito fuerzas para recorrer las calles en busca de mis alimentos", dijo.
Con el rostro cansado y sudoroso, manifestó que en las siete u ocho horas que trabaja el día, logra ganar entre 100, 150 o en ocasiones 200 pesos, dinero que es insuficiente para comer y comprar también algunas medicinas.