Familiares de Carlos “N”, víctima del repunte de violencia registrada este lunes en Acapulco, denunciaron que autoridades del nuevo Hospital General, ubicado en el poblado El Quemado, se niegan a entregar el cuerpo hasta que sea cubierto un pago por gastos médicos después de que fuera atendido por impactos de bala.
En conferencia de prensa, el señor Fernando García, relató que su sobrino, el hoy occiso, fue baleado el pasado lunes en el sitio de taxis colectivos que se ubica en el punto conocido como El Vaquero, en el centro de la ciudad y por ende lo trasladaron aún con vida al nosocomio en donde le practicaron cirugías, sin embargo, el joven no libró la batalla.
Criticó las disposiciones de la Secretaria de Salud estatal, debido a que a pesar de haber sufrido “una desgracia”, pretenden realizar el cobro de siete mil pesos, el cual fue considerado como excesivo para la familia porque son de escasos recursos.
“Me parece que es un atropello, me parece que es injusto hasta cierto punto una burla porque no es posible que después de que cualquier ciudadano tiene una desgracia tiene que llegar a un hospital que se supone está al servicio del pueblo y se le está condicionando los cobros”, indicó.
Agregó que a esto se suman las deficiencias de atención y suministro de medicamentos, ya que ante la falta de medicinas se vieron en la necesidad de comprar por su cuenta medicamentos con un valor de cinco mil pesos, por lo que hizo un llamado a las autoridades para que valoren su caso y no condicionen la entrega de cuerpos a los pagos por el servicio médico.