Integrantes del Comité Pro Rescate de Paseo del Pescador, condenaron las acciones emprendidas por la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (PROFEPA), quien ha fincado la responsabilidad de lanchas abandonadas al líder de los astilleros de playa Manzanillo.
En conferencia de prensa, Alejandro Martínez Sidney aseguró que el ordenamiento de la playa es necesario, incluida la reubicación de lugar que es utilizado para la reparación de embarcaciones, pero dijo que la autoridad no puede llegar con un golpe contundente avasallando las fuentes de empleo a través de multas.
“No estamos de acuerdo en que toda la responsabilidad recaiga en una sola persona, creo que aquí hay muchos responsables, inclusive las mismas autoridades son responsables por omisión porque durante tantos años se ha permitido tanta contaminación y destrucción de esta playa”, señaló.
Agregó que las diferentes expresiones de inconformidad por parte de los representantes de los astilleros y la asociación de Concesionarios de Paseo del Pescador pueden ocasionar que se suspenda el proyecto de remodelación anunciado por el Gobierno del Estado, por lo que consideró necesario realizar una mesa de trabajo en donde sean escuchadas las diferentes voces de los implicados.
Por su parte, el asesor jurídico de los trabajadores del Astillero, Eduardo Román Guzmán consideró una posición amigable la de los empresarios que conforman el comité y dijo que coincide con la remodelación integral que se propone en la zona, pero priorizó que se deben garantizar las fuentes de empleo que actualmente se tienen.
“Los empresarios y líderes del Comité muestran una posición más madura y con mayor experiencia que el presidente de la Asociación de Concesionarios, Jondalar, porque privilegian el diálogo y respeto con sus pares del Astillero y no los confrontan para no poner en riesgo este proyecto que sirve a Acapulco”, dijo Román Guzmán.
En breve entrevista, mencionó que ante la posibilidad de que sean retirados del lugar, la ley marca una figura jurídica respecto al derecho de prelación que tienen los trabajadores del astillero que llevan, con sus padres y abuelos, más de 70 años en playa Manzanillo.