El viejo, añejo, tostado e inservible mobiliario que se vio parcialmente destruido por pasado huracán Otis, seguirá en las playas a pesar de la nueva imagen que se busca de este destino de playa, luego de la destrucción en octubre pasado.
El actual mobiliario que prestadores de servicios turísticos mantienen en distintas playas, consiste en pedazos de madera y troncos que están sustituyendo las estructuras metálicas que también representan un peligro para los visitantes y acapulqueños en cada fin de semana y temporadas de vacaciones.
Son viejas las lonas (pedazos de trapos), que son utilizados como sombrillas y toldos que se colocan a la orilla de las playas para rentarlas a los turistas nacionales cada fin de semana y temporadas de asueto.
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Son las playas Papagayo, Suave, Tamarindos y Hornos donde los prestadores de servicios turísticos, están instalando los toldos y sombrillas con madera y troncos para recibir a los visitantes en una temporada vacacional más.
El viejo mobiliario, entre estas sillas y mesas de plástico, no ha sido sustituido, pese a que de manera constante los prestadores de servicios turísticos han solicitado apoyos para mejorar sus condiciones de trabajo.
El mobiliario que se cobra en cantidades que rebasan hasta los 500 y 600 pesos en temporada de vacaciones, representa una de las imágenes turísticas desgastadas que se tiene en este destino de playa, además de ser considerado un abuso por el costo que pagan los visitantes por su uso.
El mobiliario que invade las distintas playas de Acapulco, no solo representa los ingresos de miles de prestadores de servicios turísticos, sino también de cientos de empresas privadas que con permiso o sin el, reciben ganancias económicas al igual que la Administradora de Playas.