Luego de haber sido afectados con el sismo de 7.1 del pasado martes, que los obligó a salir de sus casas por los daños que estas sufrieron en su estructura, familias del fraccionamiento Cantaluna, siguen pernoctando en los estacionamientos con carpas y lonas para resguardarse de las lluvias que desde el fin de semana azotan el puerto.
Mujeres, hombres y menores de edad, han improvisado lugares para no sufrir las inclemencias del tiempo, colocando lonas hasta en las puertas y techos de los carros así como de los árboles para evitar que las lluvias los afecten más de lo que están sufriendo por el pasado temblor que afectó a más de 500 viviendas en dicho fraccionamiento ubicado en la zona poniente.
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Los afectados, indicaron que la situación se ha cumplido más con la constante lluvia que desde el fin de semana se tiene en Acapulco, ya que muchas familias deben de dormir abajo de lonas que colocan sobre los vehículos, que se amarran de los árboles y en ocasiones se colocan algunas maderas para tener una mayor estabilidad de las carpas improvisadas.
Desde el pasado miércoles las familias del fraccionamiento Cantaluna, abandonaron sus viviendas y salieron a las áreas de estacionamiento para colocar las lonas donde se mantienen hasta este momento debido a que no pueden regresar a sus viviendas por los daños que tienen por el sismo.
Además de la improvisación de lugares para cubrirse de las lluvias, las familias del fraccionamiento Cantaluna, también sufren debido a que duermen en sillones, sillas y hasta en tablas que colocaron como camas para evitar dormir en el piso mojado.
En Cantaluna, resultaron más de 600 casas afectadas de la seis etapas que forman el fraccionamiento ubicado en la zona poniente.