Con gritos y llanto, habitantes del fraccionamiento Pedregal de Cantaluna ubicado en la zona poniente de Acapulco, exigieron a las autoridades fincar responsabilidades al propietario de la empresa constructora “Pequime”, que les vendió las casas que resultaron afectadas en su estructura por el sismo del pasado mes de septiembre.
Los afectados irrumpieron la segunda sesión de los regidores de las comisiones de protección civil y obras públicas en el cabildo y en la que se encontraba el propietario de la empresa constructora dando una explicación sobre el proceso de construcción de las 734 casas del fraccionamiento, los permisos que le otorgaron administraciones pasadas para realizar el fraccionamiento.
Con gritos en contra de Roberto Malvido, los habitantes de Cantaluna, pidieron ayuda para resolver el problema en el que se encuentran desde hace seis meses en que el sismo de septiembre los dejó prácticamente sin sus propiedades que adquirieron en cosos que van desde los 300 a 600 mil pesos de acuerdo a los créditos que obtuvieron en Fovissste e Infonavit.
Lee también: Cantaluna cumplió con ocho licencias de construcción y dictámenes
“Nos brincan como afectados las autoridades que hacen este tipo de reuniones, no nos toman en cuenta para estar aquí, donde el señor de la constructora está diciendo puras mentiras, él nos vendió una propiedad mal construida, nos vendieron casas que no sirven, las casas son pérdida total y nadie hace nada para resolver un problema que ocasionó el propietario de la constructora Pequime”, expresaron las afectadas.
Aseguraron que ya presentaron demandas legales por el daño de las viviendas y el robo que hizo el propietario de la empresa al venderles unas casas que no estaban bien construidas, y que ahora las consecuencias son muy lamentables luego el sismo del mes de septiembre.
Pidieron a los regidores, no dar entrada a las declaraciones del empresario Roberto Malvido, a quien acusaron de dar la cara desde el momento en que se registró el sismo en el mes de septiembre.
Agregaron que ya viene la temporada de lluvias de este año, y las más de 600 familias afectadas del fraccionamiento Pedregal de Cantaluna, no tienen donde refugiarse.