Con un despliegue del Ejército Mexicano, Guardia Nacional y Policías Estatales, se vigila las rutas que se habían paralizado por los hechos de violencia ocurridos la semana pasada en Chilpancingo.
Las rutas que van a Tixtla, Ocotito, el corredor del Río Azul y Leonardo Bravo, están operando al cien por ciento, bajo una vigilancia policíaca y militar, en puntos estratégicos y de mayor incidencia delictiva.
El director de Transportes y Vialidad del Estado, Arturo Salinas Sandoval, confirmó que las camionetas urvan, tipo estaquitas y colectivos, estarán prestando el servicio de transporte de manera normal a partir de este sábado.
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Como se recordará, dejaron de cubrir las rutas el pasado 8 de julio, después de la jornada violenta que dejó un saldo de cinco choferes asesinados a balazos y uno más quedó herido, en incursiones de grupos delictivos vinculados con el crimen organizado, que tiñeron de rojo a la capital del estado.
Dos días mas tarde, sujetos armados balearon la base de urvans de la ruta a Heliodoro Castillo (Tlacotepec), que dejó una persona asesinada y varias heridas que iban de pasajeros.
Este ataque a balazos ocurrió aproximadamente a las 13 horas del pasado lunes en la base ubicada en la colonia Morelos, al norte de la capital del estado, lo que obligó a suspender el servicio de transporte.
A consecuencia de estos ataques los transportistas organizados a través de redes sociales pidieron a sus compañeros que se resguardaran en sus hogares y suspender el pasaje en las diferentes rutas que convergen con Chilpancingo, hasta que hubiera condiciones de seguridad.
El funcionario estatal Salinas Sandoval, reconoció que se trató de una situación compleja, pero el secretario general de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso, se reunió con los líderes de las organizaciones de transportistas y llegaron acuerdos para cubrir las rutas que suspendieron por temor a la violencia.
A través de la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz, se desplegó un importante operativo de seguridad por parte de efectivos del Ejército Mexicano, Guardia Nacional y Policías Estatales, en apoyo de la Policía Municipal, para garantizar la seguridad de los trabajadores del volante.
La regularización del servicio de transporte fue de manera paulatina, hasta que finalmente se normalizó la cobertura de las rutas que tenían problemas de inseguridad, con recorridos y presencia de militares, Guardia Nacional y Policías Estatales, en puntos estratégicos de los pueblos que hay en los alrededores de la capital del estado.