La práctica será cotidiana hasta el dos de marzo, mientras dure la realización del Abierto Mexicano de Tenis. Una acción que se ha vuelto tradicional y que los gobiernos municipales en turno no han logrado erradicar pese a las quejas, tanto de turistas como de locales que gustan del llamado "deporte blanco".
A unas horas antes de que arranque el evento deportivo, donde participan tenistas de talla internacional, los franeleros ya empiezan a hacer de las suyas y cobran de 200 pesos o más a quienes lo permitan, por dejar estacionados los autos en los sitios que previamente han apartado.
-Aquí hay lugar jefe, aquí puede estacionarse- fue el llamado de un franelero a un asistente a la cancha del mextenis donde pretendió darle el espacio por 200 pesos como pago adelantado para que dejara su vehículo en el lugar.
¡Oye, pero eso es un abuso, es mucho dinero, no lo pago ni en la Isla!- refutó un hombre de tez blanca que llegó en un vehículo de prestigiada marca al bulevar Las Palmas, metros adelante del hotel sede que se ubica junto a la cancha del también llamado mextenis.
-¡Pues si quiere, es buen lugar, además yo se lo cuido, y no le va a pasar nada!, exclamó a manera de insistencia el franelero, sin embargo el hombre del vehículo con placas de Morelos, pero quien dijo “yo vivo aquí en Diamante” rechazó la propuesta y buscó un lugar más alejado para estacionar su auto.
Serían las cinco de la tarde, a plena luz del día, cuando se escuchó la charla entre el franelero y el blanco acapulqueño que prefirió alejarse a pagar 200 pesos por estacionar su auto cerca del recinto deportivo que concluirá el próximo sábado.
El abuso, no solo es de parte de los cuidadores de autos, sino también de los taxistas, y la escena, se repetirá con el mismo cobrador, pero con distinto cliente que, de acuerdo a sus posibilidades económicas y disposición rechazará o cederá a las pretensiones abusivas de los franeleros y trabajadores del volante mientras la autoridad no tome cartas en el asunto.
“Si eso me cobraban a mí, cuánto le querrán sacar a los turistas”, dijo el conductor quien se alejó a toda velocidad del lugar como signo de molestia por el abuso para estacionarse en vía pública.
El año pasado, en la final donde el argentino Juan Martín del Potro se coronó campeón del Abierto Mexicano al derrotar 6-4, 6-4 al sudafricano Kevin Anderson, un sábado por la noche, los franeleros cobraron de 800 hasta mil 200 pesos por el estacionamiento en la misma zona, cuando se tenía un gobierno perredista y no de cuarta transformación.