El comerciante ambulante en estas vacaciones de Semana Santa, también consiente al turista y se preocupa, pues para que no se levanten de su silla y sigan tomando el sol o conviviendo con la familia, te lleva hasta tu lugar todo tipo de alimento desde las quesadillas de papa, una campechana, ostiones, un cóctel de camarón, fruta y hasta el postre un esquite, elote, pan y plátanos con lechera.
El ambulantaje en estas vacaciones de Semana Santa se incrementó en más del 100 por ciento y a pesar de que las playas están abarrotadas los comerciantes señalan que las ventas están bajas.
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Recorren varios kilómetros de playa bajo el intenso sol y la arena caliente, pero el comerciante informal ofrece al turista y lugareños una diversidad de platillos desde mariscos, las tradicionales quesadillas de pescado y papa, ostiones, huevitos de codorniz y una infinidad de antojos como elotes, esquites, botana, pan, nieve, raspado.
Pero en la playa no puede faltar el alcohol como la cerveza bien fría, los cocos brujos, las micheladas, la piña colada y hasta el mojito.
Y para incrementar esas ventas, ahora los comerciantes se han llevado sus negocios a la franja de arena y bajo una palapa, que cubre del sol, te ofrecen una variedad de cócteles y micheladas.
El turista solo espera que pase el vendedor donde sin necesidad de caminar puede cumplir sus antojos.