Aún con la crisis económica en la que se encuentran miles de familias acapulqueñas a consecuencia de la pandemia del Coronavirus, el tradicional Día de Muertos no pasa desapercibido y hacen lo posible para comprar las flores, veladoras y las coronas de flores de papel que llevan a las panteones para adornar una vez más las bóvedas que por más de un año se mantuvieron en el olvido.
Sin embargo, este año la situación fue más complicada debido al alto costo que tuvieron los pequeños ramos de flores de cempasúchil, el adorno tradicional de este día en el que se recuerda a todos aquellos que se han adelantado en el camino.
En esta ocasión y sin importar la crisis económica, los ramos de la flor de cempasúchil tuvieron costos desde los 30, 40 hasta los 100 pesos, mientras que las veladoras que fueron otro de los productos comerciales que se llevaron a las tumbas, estuvieron entre 30 hasta 50 pesos.
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Mientras que las cadenas de flores de cempasúchil costaron afuera de los panteones 30 y 40 pesos; las coronas de flores de papel también subieron de precio este año.
"La compra de la flor de cempasúchil y las veladoras para adornar la tumba costaron por lo menos unos 300 o 400 pesos, a esto hay que aumentarle unos 100 pesos más para pagar taxis quienes no tenemos carro particular para venir al panteón, es un buen gasto que se hace, pero es mayor el del pago de las flores, no hay dinero por la pandemia y los comerciantes le subieron mucho a los precios este año que se regresó a los panteones luego de que la pandemia nos obligó a estar encerrados y sin dinero por la falta de trabajo", dijo María Dolores Estrada.
Los comerciantes que nuevamente salieron para invadir los accesos a los panteones y las banquetas en este Día de Muertos, hicieron su agosto aumentando de forma considerable los costos de las flores, veladoras, coronas y todo tipo de mercancía alusivas al recuerdo de los fieles difuntos.
El panteón de Las Cruces, considerado como el más grande de Acapulco, prácticamente fue invadido por un gran número de vendedores ahora llamados tolerados por el gobierno, quienes vendieron desde aguas frescas, chilate, hasta comida y flores a un alto costo para todos los acapulqueños que este año regresaron a visitar las tumbas de sus familiares fallecidos.