A un poco más de cuatro meses del impacto del huracán Otis, la rehabilitación de los grandes hoteles avanza lento y al menos cuatro se mantienen cerrados temporalmente, dejando sin empleo a casi mil trabajadores.
El puerto de Acapulco, a pesar que ha logrado reactivar su economía parcialmente, todavía es visible la devastación que causó el meteoro a la ciudad y a su infraestructura turística.
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Algunas hospederías se vieron en la necesidad de despedir a su personal de base y siguen sus propietarios buscando la forma de reactivarse.
Tal es el caso del hotel El Cano, que despidió a 110 empleados al no tener la capacidad de mantener su plantilla laboral en su proceso de reconstrucción.
Después fue el Amarea que concluyó su relación laboral con 60 trabajadores de base de la sección 37 de la CTM, quedando solo con cinco empleados de confianza.
Lo mismo ocurrió en el hotel Acapulco Dream, cuyos propietarios no pudieron con los daños y anunciaron que será hasta el 2026, cuando reanuden operaciones en sus 630 cuartos.
El hotel Romano Palace fue otro que despidió a 50 basificados y cerró de manera temporal, en tanto se llevan a cabo los trabajos de reconstrucción.
A este número de despedidos se le suman los de los restaurantes y prestadores de servicios turísticos, que han tenido que emigrar en busca de mejores condiciones de vida.
En contraparte, hay hoteles como el Emporio, que ha sido un símbolo de la elegancia en Acapulco, el cual sufrió afectaciones en su infraestructura debido a Otis, pero que superó los daños y es uno de los 87 hoteles que tienen habitaciones disponibles.