Representantes empresariales de Acapulco, informaron que los micro, pequeños y medianos comercios de venta de alimentos ubicados en distintas partes de la ciudad, han comenzado a resentir repercusiones por el cierre masivo de las estaciones de carburación de gas licuado de petróleo (LP) en el municipio, por lo que solicitaron que el conflicto con la autoridad sea subsanado lo antes posible.
El líder de la Federación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Fecanaco-Servytur) en Guerrero y también empresario restaurantero, Alejandro Martínez Sidney, informó que existe un gran número de comercios de este tipo que se surten del mencionado combustible en las estaciones cerradas, las cuales representaban ahorros económicos y accesibilidad en las compras.
"Fue una medida mal tomado abruptamente que está perjudicando al micro, al pequeño y al mediano comerciante de las chalupas, de las tostadas, de las enchiladas, entre otros, sin tomar en cuenta a miles de amas de casa que diariamente cocinan en sus hogares porque la gente confía en esos depósitos", dijo.
Agregó que la confianza radica en que los ciudadanos quienes acuden a cargar el fluido logran la certeza de que sus tanques no son ordeñados, como sucedía con los contenedores pre-llenados que se venden a bordo de las camionetas de distintas empresas gaseras.
Consultado por separado, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) en Acapulco, Pascual Romero García, reconoció que muchas de estos negocios de venta de gas no cumplen con las normas de seguridad, por lo que recomendó que la autoridad y los dueños de las mismas trabajen de manera conjunta para lograr subsanar las irregularidades y evitar una afectación mayor a la ciudadanía y el empresariado.