Tras admitir que el ramo de la construcción sufrió un desplome importante en obras, debido al impacto de la pandemia del Covid-19 y el grave problema de la delincuencia, el presidente de la Asociación Mexicana de la Industria de la Construcción del Estado de Guerrero, Alfredo Felipe Avilés, reconoció que por estas causas el 15 por ciento de sus socios dejaron de operar de manera definitiva.
En entrevista después del encuentro que sostuvo este jueves con la presidenta municipal electa, Abelina López Rodríguez, destacó que, el padrón de afiliados son 120 y de estas, alrededor de 30 cerraron, al no poder sostener sus gastos por la falta de obras y el constante asedio de los grupos delincuenciales.
Por eso el encuentro que tuvieron con la alcaldesa electa, López Rodríguez, lo catalogo de positivo, toda vez que hubo el compromiso de que una vez que asuma la administración municipal, la obra pública que se va a planear para el puerto de Acapulco, se concursará con las empresas constructoras locales.
El dirigente de las empresas del ramo de la construcción, Felipe Avilés, indicó que, debido a la falta de garantías de seguridad, las empresas desarrolladoras de infraestructura turística e inmobiliaria, han optado por no invertir en Guerrero y lo hacen en otros estados del interior de la República.
Admitió que esto los ha obligado a operar con números rojos, a pesar que ha bajado el delito de la extorsión, pero no del todo, porque todavía continúan extorsionándolos y eso afecta sus ingresos, por lo que confían que el panorama cambie una vez que se renueve el poder ejecutivo del estado y del ayuntamiento de Acapulco.
Además, confía que se cumpla con el compromiso de que se concursen las obras y que no exista acaparamiento por parte de funcionarios o que se den por compadrazgos, como ha ocurrido en los gobiernos que están por concluir sus respectivas administraciones.