Sin importar el problema de tráfico vehicular que puedan ocasionar en la zona turística ni las advertencias que hacen las autoridades de aplicar multas, conductores de autobuses que llegan al puerto con turistas nacionales se niegan a pagar el uso de estacionamientos privados para dejar estacionadas las pesadas unidades.
Mientras que las autoridades de gobierno buscaron la forma de instalar un estacionamiento en el terreno ubicado a un costado del Hotel Calinda para los autobuses, los conductores de estas unidades siguen utilizando la costera Miguel Alemán y las calles aledañas a esta como grandes estacionamientos y baños públicos.
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Desde la Costera hasta las calles como María Bonita ubicada a un costado del Centro de Convenciones, hasta la Wilfrido Massieu, la Gómez Morín, la Avenida Universidad, son utilizadas como estacionamientos para las pesadas unidades que cada fin de semana y en temporadas de vacaciones llegan con turistas nacionales a este destino de playa.
Son cientos los autobuses que obstruyen el paso de los vehículos al hacer uso de un carril de cada calle que utilizan como estacionamiento cada fin de semana, esto aún con la advertencia de las autoridades de aplicar las multas por violar el reglamento de Tránsito.
De acuerdo al reglamento de Tránsito la multa por estacionarse en un lugar prohibido donde se tiene un disco asciende hasta los 422 pesos, sin embargo, los conductores de los autobuses foráneos también se niegan a cubrir esta cantidad de dinero por hacer uso de las calles de la ciudad como estacionamiento público.
Mientras que el costo de la infracción rebasa los 400 pesos, el uso de un estacionamiento por autobús es de 100 a 200 pesos por fin de semana, esto de acuerdo a la tarifa establecida que tenía la pasada administración que instaló un estacionamiento en el terreno ubicado sobre la avenida Cuauhtémoc.