En lo que va del año al menos 10 restaurantes, ubicados en la zona Dorada y Diamante han cerrado sus puertas y otros seis más, a pesar de vivir una temporada vacacional de verano “bueno” están en riesgo de bajar sus cortinas ante una situación complicada que presentan en sus finanzas, reveló el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) en Acapulco, Enrique Castro Soto.
Añadió que son mucho los factores que orillan a estos negocios a cerrar como es el incremento de los gastos propios para mantener a un restaurante y los insumos que han aumentando en más de un 40 por ciento y los empresarios restauranteros no pueden estar constantemente cambiando el precio a su menú.
Además de que se ha tenido un crecimiento desmedido del comercio informal, quienes al no tener un compromiso económico del pago de servicios como agua, luz o derechos al municipio, que por la zona los catalogan como más caro, ellos pueden dar dar más barato sus productos.
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Insistió que no piden que desaparezca el comercio informal pero si que haya un control y reordenamiento, pues lamentó que donde se pone uno negocio informal a los tres o cuatro días, ya se ponen cinco negocios semifijos.
Dijo que los empresarios restauranteros de la zona Diamante manifestaron su preocupación porque en plenas vacaciones de verano el comercio ambulante sobre el bulevar de Las Naciones se incrementó y establecimientos formales están cerrando.
Castro Soto, refirió que un restaurante establecido en promedio son 20 familias que dependen de él y si es un restaurante más grande llegan hacer hasta 60 familias que son contratadas y que dependen de diferentes beneficios, que se están perdiendo cada vez más por esta situación económica que está viviendo el puerto.
Dijo que los restaurantes establecido en la zona Dorada y Diamante manifestaron su preocupación porque en plenas vacaciones de verano el comercio ambulante sobre el bulevar de Las Naciones se incrementó y establecimientos formales están cerrando.
Lamentó que desde la pandemia no habido una recuperación económica para el puerto sino al contrario, la pasada administración incrementó los costos de las licencias de funcionamiento y actualmente también, así como les están aumentando los costos de sus anuncios que haya adentro y fuera de sus establecimientos.
“Es algo que nos preocupa porque algunos negocios son de cadena nacional y tiene un mayor soporte económico y no han tenido la capacidad de mantenerse en el puerto de Acapulco”.
Castro Soto, refirió que con este cierre de negocios se pierden empleos y prestaciones laborales.
“En diamante ya parece tianguis el bulevar de Las Naciones donde hay food trucks en calles y aceras principales, operando sin sanitarios, ni nada de lo que le exigen a los formales como son Campana, trampa de grasa, separación de basura, protocolos de higiene, licencias de permisos entre otros”.
Además de que sigue creciendo el asentamiento de otro nuevo tianguis de artesanías en el viaducto diamante, deteriorando la imagen urbana.