Aunque con poco trabajo, albañiles del puerto de Acapulco celebraron este 3 de mayo Día de la Santa Cruz, fecha en la que tienen derecho a dejar la pala y el bote para disfrutar un rato después de una ardua jornada de trabajo.
A lo largo del fin de semana, en la mayoría de las colonias del puerto de Acapulco se escucharon retumbar los coetones, mientras las cervezas se estaban enfriando, ya que así se festeja a los trabajadores de la construcción, uno de los oficios más peligrosos para los seres humanos.
Desde temprana hora de este domingo, algunos albañiles y peones, como don Jesús y su gente, acudieron a la obra para ser cobijados por sus patrones con comida y bebida, así también para colocar la tradicional cruz decorada con papel crepé de colores, cuya tradición indica que su instalación en la parte más alta de la obra ayuda a darles protección.
De acuerdo a los trabajadores de la construcción, la situación económica también ha bajado como consecuencia del Covid-19, debido a que la falta de economía y la suspensión de las obras privadas y públicas como medida de prevención, ocasionaron una baja en los ingresos de muchos integrantes de este sector.
Por lo menos este domingo el virus de Wuhan fue olvidado, ya que el festejo a lo grande importó más que cualquier de recomendación de las autoridades sanitarias de resguardo domiciliario.