Con severas críticas por el deterioro social en el que se encuentra el país, se desarrolló este viernes la procesión representativa del viacrucis que padeció Jesucristo, organizado por el padre Pedro García Delgado, en la parroquia de San Antonio en la capital del Estado.
Esta representación del viacrucis es llamativa por las reflexiones que hace el sacerdote en cada una de las estaciones en que se detiene el contingente, en las que se ora para pedir por enfermos, ancianos, drogadictos, migrantes, por la familia y para que exista paz.
En esta procesión también participa un grupo de “penitentes”, que es un grupo de personas desde niños, jóvenes y adultos que cargan pesadas cruces de madera, caminan descalzos en el caliente suelo asfaltado y se colocan coronas de espinas emulando el sufrimiento que tuvo Jesucristo camino a su crucifixión.
En la novena estación el sacerdote comparó el despojo de las vestiduras de Jesucristo que se rifaron entre los guardias romanos, con el sufrimiento y el despojo que sufren nuestros compatriotas migrantes que tiene que ir a otros estados o países a trabajar como jornaleros.
“Ellos van a realizar trabajos a veces denigrantes, esos que los ricos no quieren realizar y como Jesucristo fue despojado de sus vestimentas, ellos son despojados de su dignidad, se les despoja del fruto del trabajo porque no reciben la paga que debieran tener y son tratados de forma inhumana”, mencionó el sacerdote¬.
Indicó que por ello la oración de esta estación fue dedicada a los migrantes para que se les reconozca su valor, para que tengan un trato digno y que se les pague lo justo.
En otra de las estaciones el sacerdote se refirió al tema de los ancianos y criticó que los jóvenes no estén dando el trato que los adultos mayores merecen, incluso dijo que muchos adultos mayores hoy viven en el abandono, aislados y muchas veces mancillados por sus propios familiares para despojarlos de sus bienes, de sus ahorros e incluso de lo que perciben por programas sociales.
Resaltó que en muchas familias pugnan porque se les permita hacer eutanasia o suicidio asistido, supuestamente para que los ancianos no sufran pero en realidad los que quieren dejar de sufrir son ellos que tiene que cuidarlos.
En la procesión se pidió también por las personas que han caído en la drogadicción, que participan en bandas criminales y que hoy igual que Jesús recibió apoyo de Simón para cargar su cruz los jóvenes requieren de apoyo para poder descargarse de la carga que son las drogas.
Penitentes preparados
En lo que se refiere a los penitentes, estos comentaron que llevaron una preparación de meses tanto física como mental para poder soportar la caminata que es de aproximadamente 4 kilómetros, pues sale del barrio de San Antonio sube hasta las instalaciones de la feria, luego baja hasta el centro de la ciudad y regresa pro heroínas hasta la plaza del barrio.
A una de las mujeres que cargaban su cruz le cuestionamos cuánto pesa y respondió “no se cuanto pesa pero la fe que tengo es mucho más que esto y haré mi mayor esfuerzo para poder llegar hasta el final”.
Indicó que la parte más pesada es caminar en el asfalto caliente pero confió en que Dios le enviaría la fortaleza para lograrlo.
Para poder participar en esta actividad previamente realizó una preparación espiritual con apoyo del sacerdote, realizaron ayunos y oración.