"El incierto panorama para los propietarios de bares, que cumplen casi cuatro meses cerrados, debido a que el colapso pandémico por el Covid-19 sigue latente, los obliga a experimentar con nuevos oficios, como cambiar las noches de bohemia y copas preparadas por el calor del horno y el olor a pan humeante.
Esta es la experiencia del empresario y propietario de un bar, Sergio Godínez Maldonado, hombre de retos y tenaz emprendedor, que le gusta mirar hacia adelante y no despotricar en contra de quienes insisten en ir en contra de las medidas que recomiendan los especialistas para reducir la letalidad del Coronavirus.
En breve entrevista, dijo que atendiendo al llamado que les hicieron las autoridades de los tres niveles de gobierno y coadyuvar con las medidas preventivas para doblar la curva de contagios, cerró su cabaña-bar, ubicado en la avenida Escénica, el cual inauguró en el mes de septiembre pasado, con un mal sabor de boca por dejar sin trabajo a sus empleados.
A casi cuatro meses de no poder reabrir, ha tenido que incursionar en una actividad que no conoce, pero que a golpe de insistencia está aprendiendo, como el amasar la harina y combinarla con los ingredientes de su propia receta, así como los tiempos que se le tienen que dar en el horno y aprender a no quemarse los dedos al sacar los panquecitos ya doraditos.
Orgulloso, dice que este noble oficio le ha ayudado a afrontar la crisis económica y de la venta que le hacen por pedido, mantiene a los nueve integrantes de su familia, compuesta por seis hijos, su esposa y la autora de sus días, cuyo aporte en la elaboración de su producto ha sido fundamental para ser bien recibido por la gente.
Este tenaz emprendedor, Godínez Maldonado, mejor conocido como "Checo" Godínez, no ha cambiado su actitud de trato y sencillez, a pesar de que la experiencia de estar inactivo y no recibir ningún tipo de apoyo por parte de las autoridades, por un momento lo llevó a desesperarse, pero tener el soporte de sus seres queridos ha sido vital para no rendirse.
Es así, como en su domicilio ubicado por Cumbres de Figueroa, construyó su cocina y un pequeño horno en el traspatio, ante la imposibilidad de poder abrir un nuevo negocio, cubrir los gastos y el papeleo, que es muy difícil y complicado en estos momentos, por lo que no lo pensó dos veces dedicarse a vender panquecitos y los domingos preparar barbacoa de res.
El proceso ha sido lento, pues recuerda que empezó horneando 20 panquecitos y en estos momentos prepara 100, con el reto de seguir creciendo y dándole su propio sello, “preparamos de piña, de rebanada de queso, de chocolate, chocoqueso, zarzamora, cerezas, nuez castaña y coco”.
Una elaboración distinta se aplica en la barbacoa de res, que es otro producto que tuvieron que aprender a guisar y ofrecerlo a su clientela, que afortunadamente también fue bien recibido, tan es así su éxito, que ahora han incorporado a sus empleados del bar para trabajar en su nuevo negocio.
"Checo", recordó que todo su capital lo invirtió en su empresa de avenida Escénica y tenía confianza en poder recuperarse en el periodo de vacaciones de Semana Santa, pero la pandemia truncó toda posibilidad de tener ganancias, esto lo dejó sin recursos y tuvo que explorar en nuevas formas de ganarse la vida, “porque quiero que mis nietos y mis hijos sigan en Acapulco, por eso me quedé y le sigo apostando a la innovación”.
Aceptó que le duele la indiferencia de las autoridades, porque sin apoyo muchas empresas no van a poder abrir y otras se irán en busca de mejores condiciones para operar, en su caso seguirá adelante con su nuevo proyecto y dándole su mejor cara a la vida, “porque a mí no me avergüenza dedicarme a hornear el pan o cocer la barbacoa de res, lo hago con gusto y más cuando salgo a vender, porque compré mi propia moto con la venta de mi automóvil, para hacerla de repartidor”.
Insiste, que es lamentable que las autoridades no los apoyen, porque no sólo los obligan a mantener cerrados sus negocios, sino que les obstruyen toda posibilidad de ganarse honradamente unos pesos, “porque tratas de vender algo y de inmediato te quitan tu materia prima, por eso grupos de ciudadanos están saliendo a protestar y a gritarle al gobierno municipal, si no me ayudas no me jodas”.
“Déjame decirte algo, en nuestro caso personal, mientras tengamos manos y pies, el no puedo no existe y rendirse no es una opción, al contrario, es una oportunidad de demostrarnos que tenemos la capacidad y el potencial para salir adelante”, apuntó.