A pesar de las acciones realizadas para contrarrestar los daños que dejó huracán Otis y el tema de la violencia en el servicio del transporte público, el puerto de Acapulco sigue manteniendo una baja afluencia de visitantes nacionales.
Prestadores de servicios turísticos y empresarios de la industria restaurantera y hotelera en la zona Tradicional del puerto, aseguran que Acapulco no solo sigue siendo afectado por los estragos del huracán, sino también por el problema de inseguridad que asecha al transporte público.
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Arnulfo Robles Estrada, prestador de servicios turístico en playa Caleta, indicó que en los dos últimos fines de semana las playas Caleta y Caletilla, han registrado una baja afluencia de visitantes, cuando estas son las más concurridas en temporadas de vacaciones, puentes largos y sábados y domingos.
“Hoy estamos sufriendo una baja muy significativa de turistas, y esto es a consecuencia del pasado huracán y lo más reciente el tema de la inseguridad que provocó la suspensión del servicio de transporte público por más de una semana”, señaló.
Señaló que el turismo que se ha tenido en los últimos fines de semana en las playas de Caleta y Caletilla, no representa ni el 50 por ciento de lo que se tenía cada fin de semana hasta antes del huracán y el tema del transporte.
Por su parte, Octavio Castro, restaurantero en Caleta, indicó que la reactivación del turismo en Acapulco, no se tendrá mientras sigan existiendo casos como la inseguridad que paralizó el servicio de transporte.
“El tema del transporte público, que se dio a conocer a nivel nacional e internacional, fue otro de los factores que afectó el turismo en los dos últimos fines de semana; en la zona de Caleta y Caletilla, se tiene una afluencia muy baja que no garantiza una reactivación turística y económica para esta parte de Acapulco”, señaló.
Pidió a las autoridades de los tres niveles de gobierno que se realicen acciones para contrarrestar las cosas negativas que afectan la imagen del puerto.
Manifestó que los ingresos que han tenido los restauranteros de Caleta y Caletilla en los últimos fines de semana, son insuficientes para cubrir gastos como salarios y servicios públicos, además de impuestos que se deben de cubrir en este año como las licencias de funcionamiento.