La proliferación de tiraderos de basura que causó que Acapulco tuviera una alerta sanitaria por más de siete meses, sigue siendo uno de los principales problemas que la actual administración, no ha podido erradicar a pesar de contar con la infraestructura necesaria para mantener limpia la ciudad.
El pasado mes de septiembre del 2021, la Secretaría de Salud del estado a través de la Comisión para Protección Contra Riesgo Sanitario del Estado de Guerrero, inició la alerta sanitaria por la existencia de 38 tiraderos en la vía pública, los cuales aún con el cambio de tres directores de Saneamiento Básico y dos coordinadores de servicios públicos en menos de un año de gobierno, siguen existiendo en distintos puntos de la ciudad.
Los puntos negros de desechos sólidos invaden las áreas de El Coloso, Llano Largo, Costera, Escénica, el Bulevar Lázaro Cárdenas, Cristóbal Colón, Costera Vieja, así como distintas calles del centro de Acapulco, además de los Barrios Históricos como Petaquillas.
Los tiraderos de basura que no han sido erradicado aún con nuevas unidades recolectoras que tuvieron un costo de 96 millones de pesos, y más de 35 rutas establecidas, en algunos casos invaden grandes extensiones de banquetas al igual que calles y avenidas de la ciudad.
La zona de Llano Largo, la Unidad Habitacional El Coloso y el Bulevar Lázaro Cárdenas así como el área del centro de la ciudad, es donde se concentra el mayor número de tiraderos clandestinos que a casi un año de gobierno, y a más de tres meses que fuera retirada la alerta sanitaria, siguen proliferando en sitios a cielo abierto.
Los tiraderos de basura en la ciudad, no sólo son considerados como una fuente de contaminación, sino también son un riesgo para miles de personas que se ven obligados a caminar por las calles y avenidas ante la invasión de las banquetas por los puntos negros.