Ayudándose sólo con una silla de plástico que le sirve de bastos, don Arturo Álvarez de 69 años de edad, llegó a las instalaciones de la Unidad Deportiva Acapulco para recibir la tan esperada vacuna anti-covid.
Fue a las 10:30 de la mañana cuando don Arturo descendió con su silla de plástico color blanca de un taxi que lo trajo desde su casa ubicada en la parte alta de la colonia Palma Sola, dónde pensó que nunca llegaría por lo complicado que está bajar para tomar una unidad del servicio público.
Sin embargo, la esperanza de poder recibir la vacuna con la que estuviera más protegido ante este virus, fue más grande que el dolor que le representa caminar.
"No me importó salir en estas condiciones ni el tiempo que tenga que esperar en la fila bajo los rayos del sol para recibir mi vacuna, que es lo más importante ante está enfermedad que ha provocado la muerte de miles de personas en todo el mundo, vengo cansado y adolorido por caminar con mi silla de plástico, pero vale la pena el dolor y el cansancio por está vacuna", dijo Arturo Álvarez.
Don Arturo, es uno de los tantos adultos mayores que llegaron postrados en sillas de ruedas, con muletas, andaderas y bastones a las instalaciones de la Unidad Deportiva Acapulco, uno de los cinco puntos que el gobierno federal y del estado asignaron para la aplicación de la vacuna anti-covid en Acapulco.